Las mal llamadas verrugas del cuello son en realidad tumores benignos de la piel y reciben el nombre de fibromas o acrocordones. A diferencia de las verrugas vulgares (verrugas víricas), causadas por el virus del papiloma humano, los acrocordones no tienen una causa infecciosa y, por lo tanto, no se pueden contagiar.
Sin embargo, son lesiones recurrentes que van apareciendo con el paso del tiempo debido a factores genéticos. Otras localizaciones típicas donde crecen los acrocordones son los grandes pliegues (axilas, ingles, pliegue submamario) y los párpados.
Aunque no se trata de una enfermedad importante, es un motivo muy frecuente de consulta debido a la repercusión estética o la incomodidad que pueden producir. Además, no es infrecuente que se irriten como consecuencia del roce, produciendo inflamación local y dolor. La aplicación inadecuada de tratamientos tópicos destinados a tratar verrugas víricas, es también causa frecuente de intensa irritación y molestia.
El dermatólogo puede tratar de forma rápida, simple y efectiva todas estas lesiones mediante crioterapia, electrofulguración o simplemente cortándolas (OJO!. Las tijeras tienen que ser quirúrgicas)