En verano se presentan más casos de infección por hongos ya que se dan las condiciones ideales para su aparición: un aumento de la temperatura y la humedad, junto con una mayor actividad física.

Muchas de las personas que acuden a piscinas contrae la forma más común de infección de hongos: el pie de atleta. Pero las zonas en las que suelen manifestarse también son en pies, uñas, manos e inglés. No hay quien escape a las infecciones por hongos y existen enfermedades y tratamientos que favorecen la aparición de hongos como por ejemplo los esteroides, los antibióticos, la diabetes…
Una vez que ya se ha producido la infección se recomienda los tratamientos con medicamentos contra los hongos ya que no se quitaran solos. Éstos se administran tanto sobre la piel como por vía oral según la seriedad de la lesión. Consulta a tu medico acerca de cuál es la mejor opción para tu infección por hongos.
Algunas de las claves para la prevención son las siguientes:
- La mejor forma de prevención es no andar descalzos en áreas comunes como aseos y duchas, lavar los pies y secar perfectamente.
- No caminar descalzo por el borde de la piscina ni por el suelo mojado. Siempre debemos llevar puestas las zapatillas y las chanclas, sobre todo en las zonas húmedas expuestas al sol en los bordes de la piscina
- Secarse bien el cuerpo. Es muy importante secarse muy bien todo el cuerpo y no dejar partes húmedas como las corvas, entre los dedos, las axilas, etc.
- Evitar el sudor excesivo. Cuando tomamos el sol debemos tener en cuenta algunas zonas del cuerpo en las que el exceso de sudoración puede ser un foco de hongos. En cuanto a la ropa, se ha de elegir un calzado apropiado y evitar que el pie esté encerrado y sudoroso. También hay que procurar usar calcetines de algodón.
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