Tome medidas a diario para vivir sano y seguro.
Coma alimentos saludables.
• Coma diariamente frutas, verduras y granos integrales variados.
• Limite el consumo de bebidas con muchas calorías, azúcar, sal, grasa o alcohol.
• Consuma una dieta balanceada que le ayude a mantener un peso saludable.
Manténgase activo.
• Realice actividad física al menos dos horas y media a la semana. Incluya
actividades que aumenten las frecuencias cardíaca y respiratoria y que
fortalezcan los músculos.
• Anime a los niños y adolescentes a que practiquen ejercicio al menos una hora
al día. Incluya actividades que aumenten la frecuencia cardíaca y respiratoria y
que fortalezcan los músculos y huesos.
Protéjase.
• Use cascos, cinturones de seguridad, filtro solar y repelente de insectos.
• Lávese las manos para detener la propagación de los gérmenes.
• Evite el cigarrillo y el humo del tabaco de otras personas.
• Mantenga relaciones sanas y seguras con familiares y amigos.
• Prepárese para enfrentar emergencias. Mantenga listo un kit de provisiones.
Prepare un plan y manténgase informado.
Controle el estrés.
• Procure un equilibrio entre el trabajo, el hogar y las actividades recreativas.
• Busque el apoyo de familiares y amigos.
• Mantenga una actitud positiva.
• Tómese tiempo para relajarse.
• Duerma de 7 a 9 horas por la noche. Asegúrese de que los niños duerman más,
de acuerdo a su edad.
• Busque ayuda o atención sicológica si la necesita.
Hágase sus chequeos.
• Pregunte a su médico o enfermera cómo puede reducir el riesgo de problemas
de salud teniendo en cuenta su estilo de vida y antecedentes personales y
familiares.
• Entérese de los exámenes, análisis y vacunas que necesita, y cuándo se
requieren.
• Hágase los chequeos con la frecuencia que le indique su médico o enfermera.
Haga una cita médica tan pronto se sienta enfermo o con dolor, note cambios
o experimente problemas con algún medicamento.