Los labios están en continuo contacto con el exterior. Esta situación, junto con las características fisiológicas de los mismos, hace que sean la zona del cuerpo más vulnerable a las agresiones externas ambientales. Por ello, requieren una “sobreprotección” y unos cuidados especiales.
La deshidratación en los labios es muy frecuente y afecta a hombres, mujeres y niños. Para evitarla, es necesario emplear habitualmente un producto protector labial, sin pigmentos ni colorantes, que nos aporte la hidratación necesaria y la flexibilidad característica de unos labios cuidados.
Unos labios bien cuidados potencian positivamente nuestra expresividad.
¿Por que se “cortan” los labios?
En los labios existen pocas glándulas sebáceas (protegen la piel de la deshidratación) y no tienen melanina (es la protección natural frente a la radiación solar). Además, su capa protectora natural es muy fina y permeable. Todos estos rasgos “adversos”, junto con otros factores externos ambientales, provocan que los labios puedan deshidratarse muy fácilmente.
Factores que influyen en la deshidratación de los labios
Factores como el viento, la nieve, el aire seco, el aire acondicionado o la propia saliva propician que los labios puedan resecarse produciendo antiestéticas grietas y, en casos extremos, hasta pequeñas y dolorosas heridas.